martes, 27 de octubre de 2009

NICOLAS BONO, LA CONTINUIDAD DE UN LEGADO.

A las 11 y 15 horas, aproximadamente del 24 de Mayo de 1982, despegan de San Julián, siendo la última misión de ese día, la escuadrilla Jaguar a cargo de tres A-4C. Como guía el primer teniente Vázquez, numeral 2- alférez Martínez y mi PADRE EL TENIENTE JORGE BONO, numeral 3.
Vuelan razantes hasta las isla (bahía San Carlos), deciden atacar la Fragata HMS Arrow, la averían de consideración a pesar que es una de las “No reconocida por los Ingleses”. Al momento de volverse por toda la artillería que habían recibido, uno de los más dañados y sumado a esto una importante pérdida de combustible, era el de mi Padre.
A si mismo se ordena que se eyecte, pero en la comunicación, advertía que estaba todo controlado, que podía salir y salvar el avión. _Turco, Turco eyectate!! Era permanente por radio, mientras que a él ya no se lo escuchaba. Lo último fue verlo como maniobraba un viraje descendente impactando suavemente en el mar frente a la costa norte de la isla San José.
Lo que desde arriba visualizaban Vázquez y Martínez, eran 2 manchas blancas en el agua de diferentes tamaños. Posiblemente una de ellas era la del asiento de eyección.
En emergencia orbitan para marcar las coordenadas de la zona, inmediatamente vuelven al Hércules ( reabastecedor). Al poco tiempo sale un helicóptero de la Cruz Roja y bueno No encontraron nada. A partir de ese instante a mi Papá lo dan por desaparecido y pasados los 5 años, por Muerto.

En ese entonces yo tenía 7 meses de edad, hoy transcurridos los 27 años, el 3 de Octubre pude reencontrarme con esa parte de mi historia y cerrar un capítulo de ella, en la memoria de uno de los Halcones que dieron su vida en aquel entonces.
Llegamos a las Islas cerca de las 10 de la mañana, de allí nos trasladaron a Darwin donde estuvimos entre 2 y 2 horas y media con muchísimo frío y viento helado.
Si bien al caer al mar, sus restos no descansan en ese lugar, hasta ese momento no tenía a donde llorarlo o encontrarlo. Me enfrenté con una realidad muy fuerte y totalmente distinta. Cuando me acerqué al cenotafio y vi su nombre, fue cuando me quebré, no pude contenerme y como te dije recién, fue otra la realidad.





Pisar esa tierra, me trajo recuerdos contados por mi Madre quien había estado en el año 2000. Rezarle un rosario y dejárselo, fue la materia pendiente de toda mi vida.
Angustia y tristeza sobre todo, eran los sentimientos que me desbordaban.







Entre nosotros, que para mí, ellos son mi familia y que además se dio la particularidad de ser la primera vez que viajábamos la mayoría; Eugenia Ibarlucea, Luciano Guadagnini, Lucas Bustos, García Cuerva, Casado, Nivoli, Farias, algunos de los hijos de Pilotos de Fuerza Aérea, experimentamos lo mismo, no hacía falta hablar,
las emociones se encontraban tan solo en las miradas.


Sin querer fue todo muy rápido !!!

Estando cerca del regreso a Gallegos, tuvimos que pasar por migraciones y sellar el pasaporte de entrada y salida a las islas. Como todo saben no permitían absolutamente nada que representara nuestra bandera, pero sin embargo la Virgen del Luján quedó en Darwin cubierta con un manto celeste y blanco.

El trato con los Ingleses fue de una Cordial Frialdad, si bien todo perfectamente organizado para recibirnos y atendernos como lo hicieron, permanentemente te hacían sentir como extranjeros, invasores, extraños. El control y las áreas de seguridad que delimitaban nuestros accesos, para mí gusto estaban un poco exageradas.

Ahora el cementerio de Darwin quedó bajo el cuidado de la Comisión “Familiares de los caídos en Malvinas”. Esperemos que pueda lograrse con efectividad dicho cuidado y poder mantener la continuidad de visitas a Malvinas.

Entrevista realizada a Nicolás Bono

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