martes, 28 de abril de 2009

COMBATE DEL PRIMERO DE MAYO - MALVINAS

BAUTISMO DE FUEGO DE LA FUERZA AEREA ARGENTINA


COMODORO PABLO MARCOS CARBALLO

LOS HALCONES Y EL HERCULES


Teníamos Bien claro que nos preparábamos para pelear, no podíamos volvernos atrás. Con los ingleses no se puede Jugar. Además existe una Ley No Escrita”, que quien más sabe de esto, es un argentino nacido en Malvinas que se llama Alexander Betts, dice así;
Quien en durante 150 años se le ha quitado por la fuerza un territorio y no ha tomado ninguna medida, pierde todo derecho sobre eso. Mientras tanto en la Islas se habían preparados afiches para festejar esos 150 años y que la Argentina no había hecho nada.
Otro punto importante,,Es que se estaba Planeando, hacerlo un País Libre como se hizo con otros países y en realidad, nunca dejan de estar bajo el dominio de ellos. Si retrocedemos en la historia y analizamos un poquito detenidamente, todos aquellos que fueron invadidos por Inglaterra en los últimos 200 años, son tomados, les sacan lo que necesitan y después inventan derechos Soberanos., total, tienen el poder y hacen lo que quieren.

Anteriormente habíamos estado interviniendo en el conflicto con Chile, donde fuimos conscientes de la Grandes Falencias de la Fuerza Aérea Argentina que se fueron corrigiendo a través de esos 4 años que le siguieron, con numerosos ejercicios teóricos y Prácticos, en los cuales nosotros, fuimos aprendiendo a ser Profesionales.


El 1 de Mayo 04;45 hs de la madrugada; Un Vulcan ataca Puerto Argentino. Nos despiertan y nos dicen, Se Armó..!!!
Apenas amaneció comenzaron a Salir las primeras formaciones de Cazas, Mirage M-III y M-V Dagger.

Después del mediodía, estando en la base de Río Gallegos, me toca la Orden de despegue. Mientras tanto nos llaman para una reunión previa donde estábamos todo los que participábamos en la Misión; mi escuadrilla de los Skyhawk A4 B, Halcones” incluyendo la tripulación del reaprovisionamiento de combustible en vuelo, KC-130 Hércules.
Uno de los Dos Comodoros de esa tripulación, que para mí eran Eminencias, personas que estaban allá arriba, me dice, CARBALLO. -Si Señor. Le puedo pedir algo? – Si claro. Si llegan los Harrier, NO ME DEJEN SOLO!!.. Eso para mí fue un golpe tremendo, palabras de un hombre tan grande, tan importante con tanta jerarquía y que me diga No me dejen Solo!! Me Impresionó.

El tiempo del que disponíamos para salir desde el continente, llegar hasta Malvinas y volver, eran 3 horas, de esas tres horas, contábamos con solo 2 minutos y como máximo 3 para atacar y seguir. Es una Presión muy alarmante, en esos dos minutos de reloj, todo está explotando alrededor tuyo y no pasan más, como si fueran en cámara lenta.
Al anochecer, cuando volvía de mi Misión, pensaba en este Hombre que tenía tanto miedo, lo mismo que me pasaba a mí. Y escucho una voz por la radio, que decía; CRUZ ¡! (indicativo de vuelo), no entendía nada, de nuevo CRUZ!! –Sí adelante, acá estamos, Quien es? me responde, LA CHANCHA!!. Ósea que ese hombre muerto de miedo, pese al miedo, se había quedado para darnos combustible, cuando no tenía que hacerlo. Y más aún teniendo en cuenta que el Hércules (transporte y carga) no vuela a la misma velocidad de un Caza. En fin, este Avión tan Noble, nos estaba esperando!!



COMODORO MONCHO” SALAS.

LA MISION DEL TWIN OTTER



La Misión era, que el Twin Otter tenía que aterrizar en una pista de características complicadas, donde se habían concentrado heridos y eyectados de los aviones en combate. Nosotros teníamos que ir por arriba para avisar, ya que estando alto podíamos comunicarnos con los radares de Puerto Argentino, y el que está abajo por cuestiones de alcance de sus equipos de comunicación no podían hacerlo con los mismos.
Puerto Argentino nos decía permanentemente que es lo que estaba sucediendo y nosotros procedíamos de la misma manera con los de abajo.

Despegamos de Comodoro la misma noche del 29 de Mayo, vamos a Puerto Deseado que esta casi en frente a Malvinas, el punto más cercano entre las islas y el continente. Cargamos combustible a los 2 aviones y nos pegamos al mar. El problema que se presenta cuando se vuela a tan baja altura, es que se llena el parabrisa de Salitre, pero es mejor eso a tener que tomar altura y ser rápidamente captado por los ingleses. Cruzamos las islas, levantando un poco de altura para poder escuchar a Puerto Argentino y nos alertan de que hay 2 Harrier saliendo de sus portaviones a interceptarnos, estando a 60 millas en ese momento.
El Comandante que era un Mayor, me pide que apague la radio, no cumplí la orden y lo puse bajo. Me reitera que No podíamos volver al continente por que los Harrier vuelan a 800 kilómetros/hora a 400 de lo máximo, que daban los nuestros. El radar seguía insistiendo, dando cada vez más las aproximaciones enemigas de 2 PAT (patrullas). En ese momento Dios nos mandó un cúmulo de nubes y nos desviamos dentro de ellas, un Suboficial (fallecido hace poco) me dice,; Bueno, ya que nos van a bajar, que lo hagan, pero que Sea Tomando Mate.
Mientras preparábamos el mate, nosotros dábamos vueltas y vueltas, el radar que nos indicaba permanentemente la posición de los Harrier, a la derecha o a la izquierda. El tiempo se hacía eterno, no pasaba más, hasta que en un momento y Gracias a Dios desparecieron, se habían ido..!!!
Te puedo asegurar que sentimos miedo, aquel que diga lo contrario, no creo que sea verdad. Además del miedo se sumaba la impotencia, no poseíamos defensa al ser un avión de transporte donde no tenés cañones, artillería y menos velocidad, son lentos comparándolos con los de combate, vos no podes escapar, tenes que ingeniártelas y maniobrar de tal manera para escaparte, ocultarte o evadirte.
La única salvación es la Fe y el convencimiento de que se estas en Manos de Dios. No hay otra.!!!
En la Guerra, no hay opciones, el compromiso es Total !!!


Entrevistas realizadas por Ivana Módica.





TESTIMONIOS DE ISLEÑOS DURANTE LA GUERRA.



Phill Middleton: Nació en Inglaterra y llegó a Malvinas en 1978, para trabajar como maestro en Darwin. Tiempo después se mudó a la capital de las islas Malvinas donde tiene una tienda de artículos coleccionables y algunas veces hace de guía para turistas.
Lo que más me gusta recordar son las historias humanas, yo, que era maestro, ayudé a manejar la escuela durante el conflicto de 1.982. El 11 de junio, tres días antes del final, vino a verme un argentino, un oficial de unos 50 años. No hablaba bien inglés, y me dijo “usted es maestro”. No se como lo supo el argentino, y el dijo, “yo soy maestro. La guerra va a llegar a Stanley/Puerto Argentino. Habrá peleas callejeras. Usted no debe abrir la escuela”. Y lo miré y le pregunté porqué y me dijo: “Si van a morir niños, deben morir en los brazos de sus madres”. Fue muy duro. Nunca conocí a ese oficial argentino, no sé si todavía vive, no se nada de él. Lo único que sé es que arriesgó su vida, se escabulló, atravesó todo el lugar y vino, para asegurarse de que no murieran niños. Otra anécdota de Phill involucra a un incendio y la emergencia de vaciar la vivienda en llamas. “Todos ayudábamos a los bomberos de argentina. Una vez, cayó un proyectil británico en una vivienda y en medio del incendio alguien gritó: ¡Hay una munición! Tenemos que sacarla. Así que formamos una fila y argentinos e isleños nos la fuimos pasando. Era extremadamente peligroso. Al lado mío tenía a un soldado argentino que no conocía, y que también corrió el riesgo de agarrar el explosivo. Phill, se detiene un instante y dice: Hay mucha gente que nos gustaría que volviera a las islas, entre ellos, a los argentinos que nos ayudaron. Me encantaría encontrar a ese tipo que estuvo al lado mío sosteniendo una munición británica y me gustaría saber también del oficial Argentino que fuera maestro también..

Tony Smith: Un isleño de 44 años, es 4ª generación en Malvinas, trabaja en turismo. Dice que la gente mayor fue la que sufrió durante los bombardeos en las islas y es la que más marcada quedó por ella. Unos tíos suyos tuvieron muy malas experiencias durante el bombardeo naval británico hacia las islas de las que nunca pudieron recuperarse. Eran gente mayor de 70 años. La tía vivía sola y resultó dañada por los bombardeos, unos soldados argentinos la rescataron y la llevaron al Hospital. Ella nunca se recuperó y su tío tampoco, quien murió unos meses después de la guerra.
Los daños en las islas no fueron menores. Cincuenta casas sufrieron daños. Seis o siete quedaron totalmente destruidas por los bombardeos navales. Increíblemente, solo murieron tres isleños. Cuenta Tony.

Entrevista realizadas por Felipe Pigna.

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